Durante quince meses consecutivos hice registro en vídeo de los cortes de cabello que me realizaban en la peluquería. Estos cortes son, aparentemente, para hombres.
Tomé como referencia las guías El caballero de Bernhard Roetzel (2004), El hombre en el espejo de Pilar Castaño (2010) y los cortes de cabello que se realizan sistemáticamente en las escuelas militares.
El seguimiento a esta práctica cosmética demuestra, con la repetición, el esfuerzo por reproducir modelos locales de "hombría" y otros signos de masculinidad propios de los "hombres de verdad".