El hijo, aún en el vientre, le dice a su padre: "Desde afuera/ pusiste la mano/ y yo/ adentro todavía en lo oscuro/ sin saber tu nombre". A medida que crece detalla a su padre, quien se enferma: "Te llamo Viejo ven mi corazón/ mientras miro en la esquina/ siendo apoyo/ los pliegues de tu espalda/ ahora eres tú/ te inclinas te derramas/ como lagrimas".



Escultura en acero, compuesta por dos patas con espinas y siete poemas en alto relieve sobre placas de zinc, que están en la parte superior del reclinatorio (14x5,5cm)