Las sillas se cuidan la espalda. Sobre ellas, dos canales de video del interior de dos ventanas. Los videos fueron realizados en la habitación de mi compañero, en Montevideo, y en la mía, en Bogotá, a la misma hora (la diferencia horaria entre las ciudades es dos horas). Cada treinta segundos aparece dividida, en subtítulos, la onomatopeya “tic, tac”.

Lxs visitantes pueden recorrer la pieza en círculo, simulando el movimiento —a veces contrario— de las manecillas de un reloj.